Términos como: É um molhão, hã!, associado, por ejemplo a uma buena pesca, Atão sóce!,um saludo rutinario, o el muy vulgar: Vais à zagaia, hã!, que significa ir a buscar pescado al muelle, generalmente ofrecido por un amigo pescador son bastante frecuentes.
El ¨Pexito¨ también acostumbra hablar alto, pareciendo a veces que discute. Es la ¨ardentía¨, como es conocida, la que puede ser observada en muchos lugares, como en la Sociedad Musical Sesimbrense, uno de los puntos de encuentro de la comunidad pesquera, durante los juegos del Na T'Irrites, un juego muy popular en Sesimbra, que debe su nombre al hecho de poner nervioso al adversario para que no juegue bien.
Este lugar simbólico para la comunidad, es también uno de los sitios ideales para descubrir otras expresiones más típicas, desde el célebre; Tá bél isse!,ironia para subrayar que algo no está bien, hasta el; Eh pá! O qu´é que vai pá caldera?, para preguntar a alguien qué va a comer o a cenar.
Las costumbres
Como cualquier otra comunidad, los ¨Pexitos¨ tienen sus propios hábitos y tradiciones. Por la mañana, muchos no perdonan el pan calentito de las panaderias locales, especialmente del Gá o de Joaquim do Moinho, las más antíguas del Pueblo. Es allí donde se consigue saber si ¨hubo sardina o jurel¨, así como otras novedades de la vida de la comunidad.
Antiguamente, eran más las mujeres de los pescadores, sobre todo las amas de casa, las que se encargaban de esta tarea, así como de ir a la mercería y a la ¨plaza¨, o Mercado Municipal, para comprar los productos agrícolas, ya que los maridos se encontraban en la faena de la pesca.
Incluso hoy, a pesar de ejercer las más diversas profesiones, muchas continúan yendo a las panaderías más tradicionales para adquirir también la Harina Torrada, un dulce típicamente sesimbrense. En lo que respecta a las compras por parte de los hombres, principalmente aquellos vinculados al mar tienen a menudo la tarea de comprar el pescado, porque en esta área se afirman expertos. Por otra parte, aquel que desee saber cuáles son las especies que son más gordas y sabrosas en determinada altura del año, encontrará en la "plaza”, el lugar adecuado para escuchar los consejos de estos expertos en la materia.
Las caminatas por la playa, y los paseos al muelle, para mantenerse en forma y contemplar el mar y la belleza de la bahía son otras costumbres bien enraizadas, y que están siendo cada vez más adoptadas por las generaciones más jóvenes.
Al final de la tarde, muchos aprecian ver la ¨chincha¨ o Arte Xávega, que se realiza en las playas de la Bahía de Sesimbra, para ver los peces capturados.
Los ¨Pexitos¨tambien tienen por costumbre ir al café después del almuerzo o de la cena, probablemente asociado con la necesidad de “pôr a conversa em dia” o ¨poner la conversación al día¨, con los amigos. Es uno de los rituales ¨sagrados¨, según algunos.
Otra característica es su amabilidad. Saben recibir y les gusta compartir con familiares y amigos, lo que sucede a menudo con la cuota de la pesca.
El pescado que perfuma las calles
Con tanto y tan buen pescado, es normal que los sesimbrenses aprecien bastante los sabores del mar. Una de las particularidades de Sesimbra es el inconfundible aroma a pescado ¨asado¨, o braseado al carbón, que perfuma el aire, agudiza el apetito y despierta la curiosidad de los visitantes.
Durante los primeros días de primavera, para el ¨Pexito¨, es casi obligatorio tener el fogón y el combustible a la puerta de casa, para asar la sardina, el jurel, la caballa, o el pez espada-negro, especies muy apreciadas por su grasa, sabor y frescura.
En invierno, uno de los platos favoritos es el ¨Cademonte¨ seco, cocido con patatas y grano, una especie de la familia del tiburón que muchos aseguran que es mejor que el bacalao. Por otra parte, si se da un paseo por las calles más típicas del pueblo, es posible ver este pez secándose en las ventanas y puertas de algunas casas, en los almacenes de pescadores, principalmente en Porto de abrigo.
Por norma general, el ¨Pexito¨ adora también una buena caldereta de pescado, la sopa de pescado, el choco frito y los sabrosos mariscos de la costa, delicias que forman parte de su identidad.
Fiesta y cultura
Fieles a las tradiciones, en Navidad, los ¨Pexitos¨ no faltan a la Misa del Gallo, en la Iglesia principal, y participan de forma activa en la fiesta en Honor del Señor Jesús das Chargas, que incluye la procesión por las calles del pueblo el 4 de mayo, fiesta municipal.
En las festividades de los Santos Populares, que se celebran en junio, decoran las calles, y cumpliendo una tradición ancestral, se reúnen por la noche para saborear las famosas calderetas de pescado, así como la sardina y el pulpo seco asado a la brasa siendo frecuente compartir la comida con los turistas, que quedan sorprendidos y rendidos a la forma de ser de los locales.
En verano, además de la convivencia entorno a un café, siempre encuentran motivos para salir de casa por la noche. Van al cine, exposiciones, espectáculos musicales y, cuando hay teatro por parte del grupo sesimbrense ¨De Vez em Quando¨, hacen cola para asistir a las piezas siempre muy divertidas, en un lenguaje que es el suyo propio.
Fiesteros por naturaleza, viven el carnaval de forma muy intensa. Aprecian los bailes nocturnos de enmascarados, y son adeptos de los rirmos calientes de Brasil, apuntándose en varias escuelas de samba y grupos de axê. En Fin de año, se echan a las calles del pueblo para festejar el carnaval de nochevieja, uno de los más conocidos del país.
Al final del verano, después de días de mucha playa, es el momento de preparar la ¨aiola¨, una pequeña embarcación de madera, para la Regata de Aiolas a dos remeros, una prueba deportiva tradicional que junta a hombres y mujeres de varias franjas de edad.
Para muchos, es importante mantenerse en forma para participar en la Travesía de Bahía a nado, una tradición local, que es también una de las más prestigiosas pruebas de natación en mar, en Portugal, y que todos los años junta a centenares de nadadores de todo el país.
En el plano cultural, el Museo Marítimo, en la Fortaleza de Santiago, inaugurado en 2016, pasó a integrar el itinerario habitual de muchos sesimbrenses y de los que quieren conocer mejor la historia de una comunidad que tiene el mar como su gran referencia.